Avanzar, avanzar y avanzar. Ese es nuestro reto. De momento parece que vamos consiguiéndolo y eso que a veces a algunos de esta tropa que aquí veis parece que se les olvida ser niños.
Yo, a su edad, me comía el mundo sin proponérmelo: jugaba, saltaba, reía, me gustaba aprender cosas nuevas y divertidas.
A veces, cuando miro a algunos niños y niñas, busco su infancia y casi no la encuentro.
¡ayudemos a los niños a tener una infancia feliz por favor!
